La Historia

La Marinera es el Baile Nacional del Perú.  Tiene sus orígenes en el simbolismo y leyenda, nacida en un ambiente criollo de mucha peruanidad.  La historia dice que los españoles al llegar al Perú encontraron al norte de Lima en el hoy territorio de los departamentos de la Libertad y Lambayeque, sobre la costa del Océano Pacífico, un baile a quien los nativos llamaban "Baile de Tierra Baja" (Marinera) y "Baile de Tierra Alta" (Tondero).

Ricardo Palma en su libro "Tradiciones Peruanas" escribió que a fines del Siglo XVIII Don Baltazar Jaime Martínez de Compagnon, Obispo de Trujillo, a quien llamó el "Obispo de la Lisura", describió los bailes nativos de tierra alta y baja.  Con el tiempo este baile de tierra baja fue modificándose tomando aportes y influencias de pasos de baile, música, vestuarios y instrumentos españoles, andinos y africanos; propio del meztisaje que ocurrió en esta parte del Perú con la llegada de españoles y negros africanos ya con la influencia caribeña.  Y de este mestizaje de "tierra alta", Huayno, Zamacueca, Jota Aragoneza, Fandango y el minue francés, nacio la hoy conocida Marinera.  Tras pasar por periodos de olvidos y de haber viajado por todo el cono sur cambiando de aires y nombres, se convirtio en la señorial, coqueta y atrevida Marinera que se ejecuta hoy en día.  Por ende este es un baile propio y típico de la costa norte del Perú.  Los españoles encontraron a los indígenas de la costa norte del Perú vistiendo el "Anaco" hecho de fibras naturales de la región.  Esta prenda tenía una abertura por la que pasaba la cabeza a modo de poncho, pero enseñaba el cuerpo desnudo debajo de éste.  Los españoles encontraron el Anaco semejante en manera al habito de las Carmelitas (orden religiosa) de la peninsula, y lo llamaron "Capus".  El Virrey dió la ordenanza y obligó a que las indígenas usaran enagüa blanco debajo del anaco y cinturón tejido (faja) para amarrar la vestidura y de esa manera cubrir el púdor, y lo llamaron "Capus sobre Capus", porque las dos prendas pasaban por la cabeza.  Los indígenas en rebeldía por este avasallamiento a su cultura y libertad y por la muerte del último inca en manos de los españoles, razgaron y tiñeron de negro sus ropas, quedando este acto de rebeldía como una distinción y tradición, y guardaron silencio por 300 años, hasta la independencia del Perú el 28 de Julio 1821.

En la época de la colonia para elaborar estos vestidos usaban telas de cortinas (razo, brocado) que eran desembarcadas en los puertos del litoral peruano. Siendo estos vestidos de colores variados y vistosos, ya que el Virrey designó un modelo y colores para cada ciudad y región adaptando lo indígena con lo español.   Se dice que el Virrey designó a cada región según su similitud con las regiones de España, de allí el por que de que los atuendos llamados típicos del Perú tienen tantas semejanzas con los de España.  El vestido blanco sólo se usaba para la boda matrimonial "in ad eternum".  El vestido negro era de luto. Los vestidos ceremoniales llevaban plumas, pedrería, mostacillas, bordados, aplicaciones de espejos y monedas.  La riqueza de los adornos y bobos en el vestido varía según sea de diario o de fiesta y según la posición económica de la persona.  El vestido norteño es compuesto de dos piezas más el enagüa.  La falda es amplia y se adornan con encajes y volados.  El escote del "Capus sobre Capus" era de corte cuadrado pero a mediados del Siglo XIX se adoptó el corte redondo bajo la influencla de la moda francesa.

La Marinera Norteña se baila descalza.  En ese entonces las hijas de los Caciques usaban botines y las mujeres de la campiña no los usaban - se adorna con encajes.  El cabello se puede llevar en un "Moño Vieja" o la "Rosca" o con trenzas rematadas con hilo de algodón, llevándolas, según la edad y situación social: niñas = adelante, jovenes casaderas = una para adelante y la otra para atrás, las casadas jóvenes = atras unidas por las puntas, viudas = sueltas hacia atras, a cualquier edad = cruzadas sobre la cabeza, a las mujeres que daban un mal paso = se les cortaba una trenza para que no salieran de sus casas.  Se adorna el cabello con flores (Claveles, Geranios o Diamela), una pequeña peineta y la "Pajilla", "Tembleque" o "Pava".  Por Alhajas: "Lloronas" "Las Tres Estaciones" o aretes de filigrana de oro, collar del mismo motivo de los artetes con un guardapelos o cruz, sortija y un camafeo de gargantilla.  En la mano derecha un gracioso pañuelo y con la mano izquerda se sujeta y levanta la amplia falda para enseñar con lisura y donaire un lado de la pierna.  Además completan este atuendo el chal "Paño'e Leche" y el sombrero de palma o de jipijapa y en algunas regiones la alforja donde las mujeres llebaban sus mercancias al mercado.  Los hombres usaban zapatos aunque los mocheros no.  Podían usar terno y poncho de Chalán o pantalón (negro o blanco) camisa blanca, faja tejida y poncho de avijero o campesino, completan el atuendo el pañuelo en punta al cuello, el sombrero de jipijapa y el pañuelo blanco en la mano derecha.  El mochero solía llevar alforja y porrón de leche.

Existen 3 escuelas de Marinera muy bien diferenciadas por sus estilos.  La Marinera Limeña que es más elegante o de salón, cadenciosa, se baila con zapatos y pañuelos.  Es en tono mayor, es más alegre y jacarandosa y termina con resbalosa y fuga con movimientos muy rápidos.  La Marinera Norteña o Costeña, las de Trujillo y Moche son más pícaras, movidas, coquetas, se bailan descalzas y con pañuelos.  En Moche se baila con chal o rebozo.  Las de Chiclayo y Monsefú se bailan también descalzas, son muy movidas, con cepillados de pies, saltitos, se juega con los sombreros y pañuelos, son bailes muy populares y más indígena, pero no por ello menos apreciadas, pues permiten el lucimiento de las parejas de bailarines al máximo.  Los tonos van de menor a mayor y de mayor a menor de regreso.  Es sensual, coqueta y más vivaz que la Limeña, y siempre se repite, de allí sale la voz de "No hay primera sin segunda".  La Piurana es más sencilla y con más saltos, más parecida al Tondero.  La Marinera Serrana (Sur y Andina) que tiene más influencia del Huayno.   Generalmente en tono menor, con movimientos lentos, se repite dos veces y termina en fuga de Huayno.  Tiene más elementos de mixtura (Mestizaje) tanto en sus pasos como en el vestuario e instrumentos, tales como Arequipa, Cajamarca, Ayacucho, Ancash.   Todas tienen tanto semejanzas como diferencias entre sí, dependiendo de las influencias españolas, negroides y andinas de cada sector o región.  Lo picaresco y gracia de la música con la intención burlesca de la letra unida a los típicos giros que incita a la alegre melodía, al mismo tiempo que la complejidad del ritmo es ejecutada es reenforzada por el criollo cajón.  Inclusive en la coreografía queda establecida la influencia negroide, donde el hombre corteja y acosa mientras la mujer esquiva, desdeña y provoca.  La música de la Marinera es tradicionalmente acompañada por un grupo de cuatro guitarristas con guitarras españolas (dos de los cuales cantan), el cajón criollo, las cucharas y las palmas de todos los presentes.  La glosa consta de cuatro cuartos.  El primer cuarto se habla del motivo, es la base de la canción.  La coreografía esta compuesta de: espera, paseo, vuelta a la derecha, avance, coqueteo, pase, cambio, vuelta a la izquierda y a la derecha, escobillado, vuelta final y pase.

La Marinera no es otra cosa más que un coloquio amoroso en la que la pareja ejecuta movimientos imitando al caballo de paso, y al enamoramiento del gallo a la gallina, y los pañuelos al aire simbolizan el vuelo libre de las palomas que surcan el cielo azul en son de paz y amor.  Las amplias y vistosas faldas se ondean al vaiven de la música como las olas del mar que acarician las playas del norte. Elegante y compleja, es una de esas raras danzas donde la mujer es la que marca el paso y el ritmo y lleva a su pareja (el hombre). El nombre se lo dio Abelardo Gamarra, "El Tunante" quien immortalizo en 1879 la heroica hazaña del Almirante Miguel Grau Seminario en el Húascar y a la Marina Peruana, en la guerra contra Chile en el Océano Pacífico. La música la transcribió a papel la niña prodigio de entonces 12 años, Rosa Mercedes Ayarza, hermana de "Karamanduca".